El sistema de transporte colectivo "Metro" de la cuidad de México es sin duda bastante eficiente (o por lo menos la mayoría del tiempo) y si no fuera por esto transportarse de un lado a otro de la ciudad sería muy difícil y todo un martirio por esa razón me encanta el metro, pero también lo aborrezco por muchas situaciones como las horas pico, cuando por asares del destino necesito llegar rápido a alguna estación y precisamente en ese momento se queda atascado o cuando no hay nadie atendiendo las ventanillas de boletos, pero lo que mas me revienta ¡¡¡son los vagoneros!!!! estos entran a vender su música de forma descarada a los vagones, su volumen a todo lo que da y les vale si uno va leyendo o platicando o hablando por celular y lo peor, que haya bebes durmiendo y sean despertados súbitamente por estos sujetos que fuera de poner ambiente en el transporte solo alteran mas a la gente a menos que seas un suertudo y te guste mucho la música que vienen vendiendo. No estoy tanto en contra de que vendan su mercancía porque para muchos de ellos es su medio de sustento pero vamos, hay formas de ofrecer tu producto o mínimo ¿NO LE PODRÍAN BAJAR UN POQUITOMUCHO A SU PINCHE VOLUMEN?
¡ALDITO! Que genial está tu ilustración, que buena catarsis, la verdad es que nos haces la revancha a muchos o más bien a todos los que hemos viajado por el tan odiado y amado metro. Tienes razón absoluta, éstas personas se creen con todo el derecho de esparcir su contaminación sonora de la forma más irrespetuosa e impertinente que sea posible, yo pienso que hasta lo hacen a propósito porque ya después de un rato ven que nadie les va a comprar y ni por eso se largan del vagón o de plano bajan el volúmen de su chin**dera, pero ahora ya no me voy a enojar (tanto) porque cada vez que vea uno, imaginaré que estoy viendo a tu vagonero gandalla, jajaja! ¡Gracias por tu talento!
ResponderEliminarjajajaja yo odio el metro a todas horas! no se como le hacen para poder vender ahi, deberia estar prohibido...pero creo hasta sindicato tienen xD! en fin...aki nos toco vivir...
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